4 Mentiras sobre la Productividad

4 Mentiras sobre la Productividad

Cuando termino alguna de mis charlas sobre productividad cantidad de veces me encuentro personas del público que vienen después a hablar conmigo y me comentan que antes de la conferencia tenían un concepto muy distinto de lo que era la productividad. Vamos, que pensaban que era otra cosa. Entre ellas destaco cuatro, y aquí te las dejo:

1. Productividad es trabajar más, con mayor nivel de estrés y más horas.

Pues no, no es ni mucho menos así. Más bien es todo lo contrario. Esto generalmente es debido a que los medios de comunicación generan un sentimiento de culpabilidad. ¿Por qué? porque el 95% de las ocasiones vienen a decir que somos poco productivos. Y ante un sentimiento de culpabilidad siempre reaccionamos defendiéndonos. Las respuestas son muy diversas: “¿Pero que quieren?, ¡qué trabajemos más!” o “pero…, les parece que trabajamos poco por el poco dinero que gano”, etc, etc.

Sin embargo, ser más productivo no es trabajar más horas, es hacerlo mejor, sin estrés y con mayor salud mental.

2. Intento ser más productivo, pero mis compañeros de trabajo no lo son.

Es cierto que trabajar en equipo no es fácil, más cuando la persona responsable o “jefe” desconoce algunas normas básicas de dirección. ¿Sabías que es casi imposible dirigir correctamente un grupo de más de 6 personas? Google, al igual que muchas empresas ha conseguido darse cuenta de ello, y sus grupos de trabajo no son más de este número.

Sin embargo, al igual que lo malo se pega, también lo bueno, y una persona que es capaz de trabajar más a gusto, más relajado y a la vez más eficiente, contagia a los demás del grupo.

3. Si sigo los consejos para ser más productivo seré como un robot e inflexible.

Pues siento contradecirlo de nuevo. Estos últimos años se ha hecho un esfuerzo enorme por los mayores expertos en productividad para generar procedimientos para todo lo contrario.

Se ha comprobado que las personas motivadas, con menor nivel de estrés, trabajando las horas correctas, son muchísimo más productivas para el empresario. El empleado, también, compatibiliza su vida laboral y personal mucho mejor. Simplemente, todos ganan.

4. “Tengo mi estilo de trabajar”, cambiarlo es imposible

Estamos en una sociedad donde nos han enseñado que la formación se realiza en la edad “joven”, después a trabajar, y si es en un trabajo para toda tu vida, mejor. Pues lo siento, esto también ha cambiado.

También nuestra forma de trabajar, al igual que este mundo globalizado, también ha de cambiar, y el que no lo comprenda, siento decirlo, va por mal camino.

No podemos competir con los chinos, indios o pakistanies trabajando más horas. Solo podremos competir trabajando mejor, aplicando ese Know-how que Europa tiene desde hace muchos años. Cambiar, por supuesto, para mejor.